domingo, diciembre 24, 2017

II (1957-1960) Diarios de Alejandra Pizarnik

1957:
Las imágenes solas no emocionan, deben ir referidas a nuestra herida: la vida, la muerte, el amor, el deseo, la angustia.

Ella no eligió aún la vida. Ella se lanza hacia la puerta de la vida y hacia la puerta de la muerta, sin querer golpear en ninguna de las dos porque todavía no está segura de su deseo de golpear alguna de ellas. Ni siquiera sabe si quiere que alguna de las dos se abra. Pero dicen que no puede estar siempre afuera, esperando...Una se morirá de sueño, de sed y de frío. Sabido es que una persona puede ayudarla a levantar el puño para golpear. A esa persona la hubiera bastado mirarla un segundo con ternura, o estrecharle la mano con más fuerza, o decirla Alejandra con un poco de calor en la voz. Pero esa persona no quiso o tal vez no se dió cuenta del inmenso poder de esos pequeños actos suyos. O tal vez sí se dió cuenta y justamente por eso los reprimió.
Señor, alguien me ha dicho que basta con un leve ademán de mi parte para que se salve.

Los otros, siempre nos aceptan mutilados, jamás con la totalidad de nuestros vicios y virtudes.

La noche insiste en ser un silencio. Yo golpeo a las puertas de la noche.

1958:

Un encuentro sexual no compromete a nada. Sólo dos seres sedientos que se unen en el desierto para ir en busca de la calma.

Pero soy una carencia.

Ahora comprendo absolutamente que jamás mi amor se verá correspondido, que hasta hoy me sustentaba alguna esperanza absurda e infantil, sin fundamento alguno en la realidad.
De cualquier modo, comprendo que es necesario estrangular todo atisbo de esperanza y aceptar la idea de que jamás seré amada.

Estuve pensando que nadie me piensa. Que estoy absolutamente sola. Que nadie, nadie siente mi rostro dentro de sí ni mi nombre correr por su sangre. Nadie actúa invocándome, nadie construye su vida incluyéndome. He pensado que puedo morir en cualquier instante y nadie amenazará a la muerte, nadie velará por mi nombre. He pensado en la soledad absoluta, en mi destierro de toda conciencia que no sea la mía. he pensado que estoy sola y que me sustento sólo en mí para sobrellevar mi vida y mi muerte. Pensar que ningún ser me necesita, que ninguno me requiere para completar su vida.

Me siento desarraigada del mundo como jamás lo estuve.

1960:

Ayer me dí cuenta claramente que floto como un fantasma. No participo de nada. Huyo de la ley de la vida, de sus leyes, del destino personal.
Y aún ahora me parece absurda la vida de casi todas las mujeres de mi edad: amar o esperar el amor, cristalizado en un hogar, hijos, etc. Es más, todo me parece absurdo: tener un empleo, estudiar, ir a reuniones, etc. Siempre he sentido que yo estaba designada o señalada para una vida excepcional.

La enfermedad es su manera de ser.

Todo es bueno para destruirme.

A veces me pregunto si mi enorme sufrimiento no es una defensa contra el hastío. En verdad, sólo vivo cuando sufro, es mi manera de vivir.

Mi vida es demasiado grande para mí.


sábado, diciembre 16, 2017

I (1955-1956) Diarios de Alejandra Pizarnik...cosas que me llamaron la atención o me movieron de alguna forma.

1955

Miro el cielo y me siento trascender. Me siento llamada, supremamente llamada. ¡He de crear! Es lo único importante en el mundo. Agregar algo. Dejar algo. ¡He de crear! Es lo único importante. Es lo único que queda. ¡Crear y nada más! ¡He de tapar el fracaso de mi vida con la belleza de mi obra! ¡Crear!

¿Por qué no acepto esta realidad? ¿Por qué sufro y me martirizo con los espectros de mi fantasía? ¿Por qué insisto en el llamado? ¡Ah! Sé que la vida es muy breve. Sé que no soy eterna. Pero, en realidad, no veo la muerte. La veo lejana. Sé que hay tiempo. Sé que tengo tiempo. Sé que amo mi alma. Me amo a mí. Amo mi cuerpo y lo besaría todo porque es mío. Amo mi rostro tan desconocido y extraño. Amo mis ojos sorprendentes.

Es muy tarde. Estoy excitada. Deseo un cuerpo junto al mío. ¡Cualquiera! Cualquier sexo, cualquier edad. ¡Eso es lo de menos! Basta un cuerpo a quien tocar y que me toque.
Mi sexo gime. Lo mando al diablo. Insiste. Insiste. Todo cae ante él. Dan deseos de tocarlo, de mirarlo, de ver de dónde sale ese latir tan independiente de mi querer.

1956

VERANO

tanto miedo Alejandra
tanto miedo
la nada te espera
la nada
¿por qué temer?
¿por qué?

Mar del Plata, 2 de febrero

3
El mar quería sacarme el traje de baño para tocar mis pechos; yo no lo dejé pues aún no existe "confianza" entre nosotros.

Futuro

me dicen
tienes la vida por delante
pero yo miro
y no veo nada

Incapacidad de ser...

¿Amada? Huyo y bajo la vista frente a los otros, me escondo, la enorme desconexión que surge entre lo que siento, y lo que los otros piensan que soy,  lo que creen y proyectan acerca de mí, me sorprende.
Mi fracaso diario, el levantarme con ánimo de hacer algo con mi vida cada día, se hace cada vez más difícil, hay un sentido profundo en lo que me mueve, sin embargo el sentido final, el que me hará acercarme  a los otros, ese se hace esquivo, y me evita y me aleja del pleno sentido de la vida.
La felicidad he descubierto, se acerca a dos cosas, a la profunda libertad de la soledad, de la realización personal, y sin embargo encierra una trampa, porque la felicidad también es esa unión con los otros, es la comunidad y los lazos, y muchas veces esas dos cosas son absolutamente incompatibles, heme hoy aquí, ajena y atrapada en la trampa. Lejos de todo y de todos, fria como una piedra. Priorizando sólo un lado de la balanza. Ante los demás, sonriendo,  demostrando un exitismo y optimismo enormes, y todas las noches muriendo por dentro, dejando las luces de mi cuarto encendidas, batallando contra deseos insatisfechos y  la ansiedad de contacto.
Si comento esto con alguien, me dicen siempre que no es así, que hay un montón de gente que me quiere, que se preocupa por mí, pero lo siento, lo siento profundo. Es debido a ese silencio de mi vida cuando llego a mi casa por la noche, y caen las caretas y todo se derrumba,  que me indica que en verdad, son palabras vacías, una gran farsa. Muestras de afecto superficiales, sonrisas, abrazos, insustanciales, al menos me buscan, quiere decir que mi compañía aún es agradable, he aprendido a esconder y disimular bien mis sentimientos, bastante duramente he aprendido que no se puede descuidar la coraza frente a los otros, porque te arrancan a dentelladas el corazón a la primera de cambio.
Y yo también tengo hambre, pero no es esa hambre,  basta, natural, cotidiana, es un hambre de miles de años de necesitar, es hambre de contacto, de ser alimentada, de ser mimada, cuidada, ese calorcito imposible que me fue negado desde mi nacimiento.
¿Porqué me cuesta tanto conectar? A través de mis lecturas he descubierto que hay muchos que se sienten miserables como yo.  Sienten que no son merecedores de que nadie se tome un momento de ternura en ellos. Por primera vez en mi vida me doy cuenta, de que me hago vieja, por primera vez en mi vida tomo conciencia de la horrible dificultad de comunicación que me ha acompañado toda la vida, y que me augura un futuro de soledad fundamental. ¿Será parte de ese proceso de haber sido rechazados de manera tan temprana por quien nos tenía que cuidar? He encontrado algunas similitudes en las vidas de varios que se han sentido como yo. Ese rechazo de la madre, es obvio que repercute toda tu vida.
Mis  dos perras son el único quiebre de la soledad enorme que me traspasa, me revienta contra el suelo, y me quita la energía, el brillo... las ganas, me avienta en la negrura informe, en esta revoltura del estómago y del alma, en este desazón, en este circular como fantasma , soy en cierto modo muy patética, toda la vida haciendo cosas, (inconscientemente, obvio)  muy "importantes" para hacerte notar, para  que los otros te quieran, y nunca basta, porque estás sola, porque cuando quieres llorar o gritar de angustia, o deseas acariciar y entregarte...no hay nadie, sólo una pared blanca, silencio, y soledad.

jueves, marzo 16, 2017

Los otros...

Necesariamente debo seguir siendo fuerte para poder realizar lo que tengo que hacer.
Sin embargo es tan difícil conectar a veces, me siento dentro de un muro de piedra, que me separa de los demás.
A veces logro conectar, y es un momento feliz.
A veces logro conectarme...
Ayer fue un momento mágico...Me encontré en la vida real con mi consciencia hecha persona.
Fui intenso y muy impresionante, sentí que el Universo me habla a través de los otros.
Y eso potencia a que a veces este muro de piedra, se haga aún más desolador.