ESTAS MANOS MIAS

En una fria noche de Invierno, a la luz de una fogata, Don Roberto Castro, me leyó con emoción un poema de su libro "Lo que no tengo".
Lo escribo acá ya que me pareció de un valor extraordinario y muy conmovedor.

ESTAS MANOS MIAS

Sí. Tu encuentras feas mis manos.
Puede que tengas razón
de acuerdo a lo que consideres belleza.

Hay manos delicadas
de uñas recortadas
muy cuidadas
pulidas y limpias
tersas y brillantes
suaves y agradables.

Más, yo amo mis manos
estas manos feas
que ya a los ocho años
revolvían greda
para hacer ladrillos;
que han hecho zapatos
construido casas
cortado madera
para hacer tu mesa.

Hoy son manos viejas
plagadas de arrugas
callos,cicatrices
Menos diestras que antes
ya no son tan fuertes
estas manos mías
que han palpado todo
todo lo vivido.

Silenciosas guías
me han acompañado
en el largo camino
de mi recorrido.

Cuando recorrieron
voluptuosamente
por primera vez
un terso y suave cuerpo
descubriendo el sexo.

Estas son mis manos.
Estas manos mías
ásperas y duras
heridas y dolientes
cuando las castigo
haciendo un trabajo
que yo no he elegido

Pero, como se transforman
plenas de ternura
al tocar tu rostro
al sentirte mía;
sensibles todavía
se tornan suaves
al tomar las tuyas.

Como se transforman
estas rudas manos
cuando de tu cuerpo
se aferran gozosas
transmitiendo todo
lo que tengo adentro.

Estas son mis manos
con ellas he escrito
cantos libertarios
lamentos y penas
gritos de alborozo
de rabia,vergüenza.

Mil veces golpeadas
cogiendo un martillo
mil veces sangradas
usando el cuchillo
de alguna herramienta.

Que parezcan feas
nunca me ha importado
para mí son bellas
estas manos mías.

Pese al maltrato
al poco cuidado
a los rudos golpes
de un trabajo honrado
entonan un canto
que entregarte quiero;
esa moraleja
que aunque zonza y vieja
como quien te escribe
llama a no olvidar
que en las cosas feas
cuando existe amor
también hay belleza.

Roberto Castro---- "Lo que no tengo"