¿Y ahora?
-Siento deseos de huir, hacia un país más hospitalario, y al mismo tiempo, busco bajo mis ropas un puñal.
-Como vos, quisiera ser una cosa que no puede sentir el peso de los años.
-Supongo que el envejecimiento del rostro ha de ser una herida de espantoso cuchillo.
-La vida nos ha olvidado y lo malo es que uno no se muere de eso.
-Sin embargo, cada vez nos va peor.
-Entonces la vida no nos ha olvidado.
Alejandra Pizarnik, 1971
domingo, marzo 04, 2007
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2 comentarios:
pero que negativismo mas puro, hay que aprender de la vejez no mas como en el libro de simone de beauvouir.
besos.
¿Qué libro?....
Aunque es cierto....soy muy negativa respecto a la vejez...y a la decrepitud sobretodo.
Definitivamente....la vida no nos olvida.
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