Mañana es San Valentín y estoy pensando en ti...
Sé que debiese focalizarme en este aquí y este ahora donde estás muy lejana e inalcanzable, y no en el recuerdo de lo que pudo ser, de un gesto, una sonrisa o el brillo de tus ojos... pero que va... me es imposible no pensarte... hoy
La soledad se ha vuelto a incrustar como un pedazo de cristal enterrado en mi corazón...
A mi lado observo parejas felices... hombres que compran peluches gigantes, y vendedores de chocolates en forma de corazón. Y me pregunto qué tiene que ver todo eso con el AMOR, ese con mayúsculas, ese que te hace perderlo todo para ganarlo todo, esa locura que puede ser nefasta, pero que la mayoría de las veces es una bendición, ese recuerdo que te estremece, o que te hace vibrar, o ese que hace que tus ojos se llenen de lágrimas que tratas de esconder en medio del mar de gente de un metro atestado y bullicioso. A veces me faltas tanto... tanto, ni yo misma entiendo esto que me pasa... esta entrega total de mis emociones amorosas a una quimera que nunca será realidad, toda mi pasión y ternura guardada desde hace siglos volcada en un sinsentido desesperanzador, frio y estático que me consume, que me pierde de mis momentos de plenitud y conciencia de la vida, de este aquí y este ahora, que me llenan de deseos irrealizables.
Vuelvo mis ojos al cielo... y pienso en tí, proyecto mi mirada al otro lado de las Montañas que forman esa barrera física y mental que nos separa irremediable y rotunda.
Quisiera poder verme en tus ojos de nuevo... y aunque sé que ahora parece imposible. No podré detener nunca la intensidad de esto que sueño, espero y ansío. Te grabaste a fuego, en mi alma, mente y corazón. Solo me queda esperarte... hasta que estés lista.
jueves, febrero 14, 2019
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