viernes, junio 08, 2007

Mis amigos de los Miércoles en la tarde....


Esto de andar en bicicleta, me ha traído gratos encuentros.
Desde las mañanas en que me encuentro con mis amigos bicicletud@s.(todos los días somos las mismas caras que nos dirigimos a nuestro trabajo o a estudiar), como lo que aprecio de los olores de la ciudad, el frio matutino,las expresiones de la gente, la suspensión del tiempo en ciertos instantes mágicos que se producen gracias a la mayor detención e interacción de la bicicleta versus el auto.
Bueno....la historia, un día Miércoles, me sorprendí de vuelta a mi hogar por mi camino usual, José Domingo Cañas....y de pronto me encuentro con dos personas, una señora y un señor ya mayores...prendiendo velitas al lado de la importadora Rochet, yo hasta ese momento nunca me había percatado de ese lugar, sin embargo el hecho de que prendieran estas velitas,me hizo darme cuenta de que algo sucedía ahí.
La sorpresa me detuvo, y como siempre que me pasa eso, estuve un momento conversando con ellos.
Ese lugar fue centro de Tortura durante el gobierno militar,y desaparecieron unas 40 personas.
Hace un tiempo la casa fue demolida completamente para construir estacionamientos, situación que se revirtió ya que El Estado entregó a los familiares de las víctimas la propiedad sobre ese lugar.
Me emocioné mucho con la Información y con la entereza de los ancianos.
Ellos se reunen a recordar a sus desaparecidos,con esa pequeña luz de vida, se reunen ritualmente, casi diría religiosamente todos los Miércoles entre 19:30 Pm y 21:00Hrs.
Siempre que paso,me detengo a acompañarlos un momento, esa detención me reconforta, en mi diario vivir.Debido a que me gusta ver que ciertas cosas no mueren....que la dignidad no muere es este país que a veces nos hace sentir tan indignos.

www.memoriando.com

2 comentarios:

Andre... dijo...

A veces el silencio es el momento en que todos encontramos el pasado y casi se vuelve tangible... casi como el día anterior al que se fuera aquel cuerpo que hoy es silencio.

june dijo...

De esa extraña manera la pérdida no es tan evidente.
Muy profundo, Gracias.