martes, enero 02, 2007

AzulOscuroCasiNegro

Triste Película....Recomendable....


EL COLOR DE MI DESESPERANZA

Nos adentramos en el terreno de las limitaciones que coaccionan
la existencia del ser humano; de esas que nos atenazan de por vida,
y que nos impiden hacerla evolucionar sucumbiendo al dictado de
nuestros anhelos.
Tenemos a dos amigos que pasan buena parte de su tiempo
libre sentados en un sofá, que se halla en la azotea de un edificio;
a dos presos que atienden (o no) a una profesora de teatro;
a una pareja de enamorados que, desde lo alto de un
montículo, vislumbran un centro penitenciario; a alguien,
que mediante un tomavistas, descubre a su padre en plena
vorágine homosexual; e, incluso, la mirada impenetrable
de un señor mayor, impedido y ausente por causa
de un derrame cerebral. Y es que AZULOSCUROCASINEGRO
lo que argumenta, lo que retrata es la estrategia de
una indefinición, de un malestar existencial, curtido, lastrador
y consciente, que estruja la cotidianeidad cercenada del
protagonista del relato. Es precisamente el silencio de ese
desencanto la sustancia que llena el espacio habido entre el
posicionamiento distanciado y respetuoso asumido por el director,
y la trama que van generando las vicisitudes que le toca ir
solucionando a aquel.


A tal efecto cabe analizar la impresionante escena con la que se abre el filme.
Vemos como un joven prende fuego a un pequeño
contenedor de basura. El portero del edificio ante el
que aquel está llevando a cabo su pirómano cometido sale
del portal y lo reprende. El joven sale corriendo.
Tras él lo hace el portero. El primero llega hasta
un pequeño callejón sin salida y salta el
muro que lo cierra. Exhausto, el portero alcanza
al muro y comienza a llamarlo, sabedor de
que el otro se halla detrás. Advertimos que los
dos se conocen. Son padre e hijo. Separados
por la pared, discuten. El joven exclama que va
a dejar la portería. El padre deja de contestar.
La elevación de la cámara por encima de la
barrera que impide un diálogo frente a frente
entre los dos, nos permite percatarnos del
cuerpo del padre derrumbado en el suelo.
Un fundido en negro y la sobreimpresión
en la pantalla de la frase "siete años después"
nos descubre a Jorge, así se llama el joven,
trabajando en la portería, y a su padre postrado,
mudo, abstraído en una silla de ruedas,
soportando las consecuencias paralizantes
del infarto cerebral sufrido. Alguien intenta huir,
fugarse, hacerle un quiebro a su destino,
dar el salto hacia lo no preestablecido por
el azar de su condición social, mas el
contrapeso de su lugar de partida se lo impide.


AZULOSCUROCASINEGRO narra el intento continuado
de Jorge por saltar ese muro que la vida
cada vez le irá poniendo más alto.
El joven hará denodados esfuerzos por
cambiar el rumbo fijo del que se siente
prisionero, pues se sabe predeterminado a
no poder transgredirlo. El escueto, resabido
espacio de ese patio, de esos buzones,
de esas escaleras, ese ascensor y esa
mesa que ocupa y recorre a diario le
condiciona tanto como la parálisis a
su languidecido padre. Su invivible
quehacer habitual es la silla de ruedas
a la que parece estar abocado. Todas las
escenas que nos muestran a estos dos
personajes juntos son puro plomo, pura
grisura espeluznante; por real, por
corpórea, por dolida, tierna e irrespirable.

La trama de AZULOSCUROCASINEGRO
avanza según van apareciendo los distintos
personajes que habrán de influir en la historia
central de Jorge (un espléndido, concentrado
y emotivo Quim Gutierrez). Ninguno de ellos
funciona de forma accidental, con
intención de apoyar una determinada
característica del protagonista. A todos
los acompaña su argumento. No nos hallamos
ante una película de marcado carácter coral,
ni ante un film de testimonios entrecruzados.
La película disfruta haciendo desvelar una
intención, un propósito vital a los cuatro
o cinco personajes principales que convoca.
Un preso decide ayudar a una joven también
encarcelada en su mismo centro. A ésta le
obsesiona quedarse embarazada por propia
supervivencia. Un amigo de Jorge siente, de súbito,
una irreprimible atracción por un masajista.
Jorge no parará de concertar entrevistas para
cambiar de trabajo. De la amalgama de las
distintas frustraciones, la película consolida
un afligido acontecer, un agridulce periplo
silenciado de tropiezos, desajustes e
incertezas. Este film, que persigue la
definición de un color, cuaja su
reservada grandeza al no conseguirla.
La vida no es blanca ni negra.
Respiramos un azul que a veces
fracasa muy oscuro; otras, donde
menos habría que esperarlo, resplandece
en amarillo ilusión. Somos lo que somos.

Recomendada a todos los que reconocen
los límites de su propia tristeza.


AzulOscuroCasiNegro es un estado
de ánimo, un futuro incierto, un color.
Un color que a veces no
reconocemos, que dependiendo
bajo qué luz, qué prisma y que actitud
se mire, cambia. Un color que nos
recuerda que muchas veces nos equivocamos,
y a veces las cosas no son del color
que las vemos.

  • Dirige Daniel Sánchez Arévalo (Madrid, 1970)
  • Está protagonizada por Quim Gutiérrez en
  • su primer papel protagonista en cine,
  • Marta Etura , Antonio de la Torre ,
  • Héctor Colomé Les acompañan
  • en el reparto Eva Pallarés,
  • Manuel Morón , Ana Wagener
  • y Roberto Enríquez
  • El guión es del propio director.
  • El director de fotografía es Juan Carlos Gómez
  • y la banda sonora está compuesta
  • por Pascal Gaigne

No hay comentarios.: