Dios, en su intimidad más profunda, es sólo amor, acogida, ternura.
Esta es quizá la conversión que más necesitan no pocos cristianos:
El paso progresivo de un Dios considerado como Poder a un Dios
adorado gozosamente como Amor.
José Antonio Pagola
Ámame tal como eres
Conozco tu miseria,
las luchas y tribulaciones de tu alma,
la debilidad y las dolencias de tu cuerpo;
conozco tu cobardía,
tus pecados y tus flaquezas.
A pesar de todo te digo:
dame tu corazón, ámame tal como eres.
Déjate amar. Quiero tu corazón.
Lo que me importa es el canto de tu corazón.
¿Para qué necesito yo tu ciencia o tus
talentos?
No te pido virtudes,
No te preocupes por eso...
preocúpate sólo de llenar con tu amor
el momento presente.
Hoy me tienes a la puerta de tu corazón,
como un mendigo.
Llamo a tu puerta y espero.
Apresúrate a abrirme.
No alejes tu miseria.
Una sola cosa podría herirme el corazón:
ver que dudas y que te falta confianza.
Quiero que pienses en mí
todas las horas del día y de la noche
No quiero que realices ni siquiera
la acción más insignificante
por un motivo que no sea el amor.
Cuando te toque sufrir yo te daré fuerzas.
Tú me diste amor a mí.
yo te haré amar a ti más de lo
que hayas podido soñar.
Pero recuerda sólo esto:
ámame tal como eres.
Charles de Foucauld
Preludio en Sol Mayor, Opus 32 N. 5 , (1910) Sergéi Rachmaninov.
lunes, junio 18, 2018
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