jueves, diciembre 27, 2018

Con Amor...

“En el atardecer de nuestras vidas, seremos juzgados en el amor”

Ayer por la tarde, estaba ordenando mis libros, debí deshacerme de al menos 200 de ellos para iniciar esta nueva vida que comienza el 2019. Este nuevo medio siglo de vida, que viene como un gran desafío...
Entre las hojas de libros,   mientras revisaba y seleccionaba cuáles se quedarían conmigo y cuales se irían a caminar otras sendas, encontré dos textos dirigidos a mí que me emocionaron mucho,  esos textos olvidados,  me reconectaron con algo que creía perdido, o más aún, que nunca tuve, y me dí cuenta que en verdad, siempre ha estado conmigo...
Esa demostración del Amor del Otro hacia nosotros, esa desnudez de la Emoción y del Alma del Otro, proyectada hacia tu Ser Íntimo, siempre ha estado ahí, acechándonos aún en la nostalgia, esa conexión con ese leve y breve momento de otro tiempo, perdido para siempre, que nos hace recordar esa calidez, que da alas crecientes a esa sensación inmensa que se eleva en medio de nuestro pecho, que nos hace humedecer los ojos y llorar... cuando nadie nos ve.

31 de Julio 2007

Tu sonrisa me da sed, me endulza
Tu cuello mata mi hambre, me sala
Tu boca quiebra la paz...
Tu mirada confirma todo
Opaca un cielo en estrellas

Tu camino es mi piel, te endulza
Tus pasos abren las puertas de mi alma
Tu boca quiebra la paz...
Tu sonrisa confirma todo
Opaca un cielo en estrellas

Y cada vez que yo te miro empieza el mundo a girar
Y cada vez que yo te canto tú tienes el poder del mar.
Por cambiarme el sabor del día
Mereces beber toda mi alegría.

“El poder del mar” Javiera Parra

En la distancia recorrida de 233 días de conocer tu cuerpo y aumentar tu placer, 233 días para abrir el deseo, 233 días para callar y solo leer tus ojos, 233 días de palabras no dichas... No entiendo porqué aún no se agota.  ¿Se agota? 233 días solo para tus ojos. Con extraño cariño P.

Julio de 1991

Fragmentos de “La copa de las hadas” de Rubén Darío

Las hadas- aquella tropa brillante - Paulina, que he dicho,
Por un extraño capricho,
fabricaron una copa,
rara, bella, sin igual,
Y tan pura como bella,
pues aún no ha bebido de ella
ninguna boca mortal.
De una azucena gentil
Hicieron el cáliz leve,
Que era de polvo de nieve
Y palidez de marfil.
Y la base fue formada
Con un trémulo suspiro,
De reflejos de zafiro
Y de luz cristalizada.
La copa hecha, se pensó
En qué se pondría en ella
(Que es el todo, niña bella,
De lo que te cuento yo)
Una dijo: “La Ilusión “,
Otra dijo: “La Belleza”
Otra dijo: “ La Riqueza”,
Y otra más: “ El Corazón”.
La Reina Madre, dijo a la
Espléndida tropa:
“Que se ponga en esa copa
La felicidad completa”...

... Ya la Reina Madre habló,
Cesó su olímpico gesto, y
Las hadas tanto han puesto
Que la copa se llenó.
Amor, delicia, verdad,
Dicha, esplendor y riqueza,
Fe, poderío, belleza...,
¡Toda la felicidad!
Y esta copa se guardó
Pura, sola, inmaculada
¿Donde?
En una isla ignorada
¿De donde?
¡Se me olvidó!
¿Fue en las islas de las rosas,
En el país de los sueños,
En donde hay niños risueños
Y enjambres de mariposas?
.............
Esto nada importa aquí,
Pues por decirte escribía
Que esta copa, niña mía,
La deseo para tí.

A mi querida Paulina,
En su tránsito por la madurez,
Te deseo todo el contenido de la copa,
Que te ayude a mirar siempre a lo alto,
A lo Invisible, a lo que te aleja de lo burdo
De la existencia cotidiana, a cultivar lo que
Hace brotar sonrisas de primavera en el
Rostro de los Seres, iluminando así el frio
Mundo rígido e Invernal.

Con amor,

Mamá

Julio 1991


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